martes, 3 de mayo de 2022

¿La Biblia es el libro más antiguo?



 A manera de introducción, en la entrada pasada pusé una nota del filosofo francés Michel Onfray, sobre un pequeño libro del erudito Jean Soler. En las proximas entradas estaré ampliando seis de los argumentos que Jean Soler propone en contra de la ideas que hemos recibido de la culrura judeo-cristiana.

Primera Idea: la Biblia es más antigua que todos los demás libros fundacionales.

Cuando la cultura judía y la cultura griega entraron en contacto, tras la conquista de Palestina por Alejandro, en el año 333 antes de nuestra era, los judíos helenizados se dieron cuenta de que los griegos ignoraban a su pueblo. Incluso Heródoto, que en el siglo V se había quedado en Persia, en Egipto y también en Fenicia, a las puertas de la tierra de Israel, y que siente tanta curiosidad por las creencias y costumbres de otros pueblos, no menciona en modo alguno a los judíos, su religión o el Templo de Jerusalén. Unos escritores judíos, ahora iniciados en la cultura griega, pero que seguían apegados a la religión de sus antepasados, concibieron entonces el plan de explicar a los griegos, en griego, que su pueblo era más antiguo que el de ellos y que había influido en lo mejor de sus “eruditos". Así es como el filósofo Filón, en Alejandría, a principios de nuestra era, o el historiador Flavio Josefo, en Roma, en el siglo I después de Jesucristo, argumentaron que Pitágoras, Sócrates o Platón se inspiraron en la enseñanza de Moisés. Ya en el siglo II antes de nuestra era un filósofo judío afincado en Alejandría, Aristóbulo, afirmaba, en un libro dedicado a Ptolomeo VI, que estos mismos filósofos debían mucho a la "escritura de Moisés" y que las huellas de este último podían haber seguido a Homero. Estas tesis de los apologistas judíos fueron reemplazadas por algunos teólogos cristianos, quienes también estaban ansiosos por defender la superioridad de la Biblia, llamada "Antiguo Testamento", sobre la literatura griega y latina. Ambos podrían apoyarse en el texto bíblico, que leen en la traducción griega llamada de los "Setenta", escrita a partir del siglo III a. C. por judíos de Alejandría y destinada a aquellos compatriotas suyos que habían olvidado el hebreo.

Si creemos lo que dice la Biblia, no podemos dudar de que Moisés escribió, o más bien transcribió, lo que su dios le reveló en el Monte Sinaí, después de haber grabado él mismo diez mandamientos en dos tablas de piedra. Moisés aparece, así como el autor de la Torá, la "Ley", término que designa los primeros cinco libros de la Biblia actual en el judaísmo, el "Pentateuco" de los cristianos. Ahora bien, Moisés, según la Biblia, vivió a mediados del siglo XIII antes de nuestra era. En esta época, que es la de los micénicos y la guerra de Troya, la literatura griega aún no existe, y de ahí surgió la idea de que una obra anterior pudo haber ejercido su influencia sobre obras posteriores, idea que se planteó sin cuestionar la forma de esta influencia: habría que imaginar una traducción griega muy antigua de la Biblia, una traducción que desapareció física y materialmente.

En realidad, para nosotros, que somos sensibles a los problemas de la escritura y que disponemos de numerosos datos y elementos sobre su nacimiento, sobre sus diferentes sistemas y sus transformaciones, lo que ha ocurrido es exactamente lo contrario. Cuando se compusieron la Ilíada y la Odisea, en el siglo VIII antes de nuestra era, todavía no había nada de la Biblia. Es hacia esta época que los judíos, al igual que los griegos -empezaron de nuevo, para aquellos griegos que habían tenido un primer sistema de escritura en la época micénica- a registrar en su lengua, tomando prestado ambos de los fenicios, el mismo alfabeto. Pero mientras que la literatura griega había alcanzado, desde el siglo VIII, con Homero y Hesíodo, un punto de perfección, los judíos, en un principio, utilizaron la escritura sólo con fines prácticos: la primera inscripción de este tipo sin duda hebrea data hacia el año 700. Hoy existe un amplio consenso entre los especialistas en fechar en el reinado de Josías, rey de Judea, hacia el año 620, el primer núcleo de lo que será la Biblia: una versión embrionaria del Deuteronomio, el quinto libro del actual Pentateuco. El trabajo de escritura continuó durante el Exilio en Babilonia, tras la toma de Jerusalén y su destrucción por los babilonios (597 y 587) y se desarrolló en Jerusalén, tras el regreso de los deportados, bajo el impulso en particular del “sacerdote-escriba” Esdras, probablemente llegó a Judea a principios del siglo IV. La Biblia es tan contemporánea, en esencia, con la enseñanza de Sócrates y las obras de Platón. Remodelada y terminada posteriormente, pero también es, en gran parte, obra del período helenístico.

**Jacques Derrida: Un Ateo Encantado**

La relación entre Jacques Derrida y la religión ha sido objeto de numerosos debates. En esta entrada, se analizará el artículo *Derrida, un ...